Juan Ciudad caminaba hacia el pueblo de Gaucín cuando, a un recodo del camino, se encontró con un niño que caminaba descalzo. Juan quiso darle sus albarcas y calzarlo, pero, al ser estas grandes, decidió cargar al niño a sus espaldas. Cuando se detuvieron a descansar cerca de una fuente, el niño llamó a Juan Ciudad y, al volver éste el rostro, vio cómo el niño rasgaba la piel de una granada y se transfiguraba en luz fulgente. El niño alzó la granada y dijo: Juan de Dios, Granada será tu cruz como premonición de la andadura hospitalaria que le esperaba en Granada, lugar donde inició su labor hospitalaria.
La simbolzación de la granada y la cruz naciendo de ella constituye la evocación directa a este pasaje en el que se desvela el llamamiento de Dios a Juan Ciudad. Su interpretación fidedigna hace que el logotipo se componga de los elementos básicos así como de colores evocadores y sencillos. Con este logotipo pretendemos plasmar la historia de los orígenes de nuestra Institución y la solidez de un icono que ha permanecido inmutable desde hace años. Frente a las nuevas dinámicas de líneas en movimiento, colores llamativos y formas atrevidas, apostamos por la solidez de la tradición y el reconocimiento de una imagen institucional asentada en el imaginario colectivo.